viernes, 23 de agosto de 2013

Robos y basura golpean a La Curva de Molina, Maracaibo

La Curva de Molina es sinónimo de caos: basura por doquier, inseguridad, anarquía vial y mal estado de las avenidas son parte de la cotidianidad que enfrentan los comerciantes, transportistas y usuarios del oeste marabino.

Esta situación crítica desató este martes una protesta de transportistas que mantuvo cerrada la vía de 6:00 de la mañana a 10:00 am. Conductores de 44 rutas de transporte que convergen en esa zona tan transitada cerraron el paso en la avenida La Limpia con sus vehículos.

Los choferes del oeste señalaron que hasta 15 robos se registran en las 5 mil unidades que trabajan en esa área. “Este año han asesinado a 11 de nuestros conductores en medio de atracos y la mayoría de estos homicidios se han registrado para el oeste. Estas acciones de protesta van a continuar”, manifestó, vía telefónica, el presidente de la Central Única de Transporte, Erasmo Alián.


“Trancamos las vías por las promesas incumplidas. En mayo nos ofrecieron el asfaltado de 50 kilómetros de las carreteras en las que transitamos y hasta el momento no se ha cumplido. Tenemos problemas de inseguridad, pues en las últimas semanas nos han asesinado a nuestros conductores y por otro lado el alto costo de los repuestos, pues arreglar un vehículo puede costar más de 25 mil bolívares. Exigimos respuesta de los tres niveles de Gobierno”, reclamó Antonio Chango, del Bloque de Transporte Maracaibo Oeste.

Los huecos en las vías, obras inconclusas y la falta de iluminación también afectan a los usuarios de los sectores adyacentes a La Curva. Cuatro Vías, Los Bucares, Rosa Mística, Bella Orquídea, Alma Bolivariana, El Mamón, Villa Baralt, vía La Concepción y cercanías de la Universidad Bolivariana de Venezula son algunas de los sectores afectados.

En medio del intenso calor y el caos que generó la manifestación, decenas de personas afectadas por la protesta caminaron en búsqueda de transporte público, mientras los comerciantes aprovecharon para reclamar el mejoramiento de la recolección de basura que abunda en las aceras y paradas que suelen estar abarrotadas de pasajeros.

“Uno camina entre la basura y el mal olor. El tránsito es insoportable porque aunque sí hay policías no logran controlar el tráfico”, comentó Alexis Farías, usuario.

Una vendedora informal, Ángela Velazco, resaltó que la inseguridad es el mal que más aqueja a los usuarios de esta zona: “Aquí uno tiene que estar pendiente. Cuando camino por acá voy con mi cartera bien agarrada y mirando a todas partes. Aquí son comunes los asaltos a mano armada, las ‘pirañas’ y los robos a los transportistas”.

Para los que viven del comercio en La Curva, la presencia de Polimaracaibo y el patrullaje de otros cuerpos de seguridad sigue siendo insuficiente para la caótica jornada diaria de los marabinos del oeste. “La noche del 14 de agosto una pareja de esposos fue asesinada en el sector Panamericano; al día siguiente unos malandros dispararon contra un exfuncionario militar para robarle su arma y un abuelo fue arrollado el 16 de agosto cuando iba a cobrar su pensión en La Curva”, recordó un conductor presente en la protesta.

Al respecto, el director de Polimaracaibo, Alejandro Querales, alegó que los delitos más comunes de esa zona son el sicariato, el robo y hurto de vehículos, y el atraco a mano armada y que el cuerpo policial que dirige tiene otras funciones: “Nosotros somos una policía preventiva y nos dedicamos a vialidad, transporte, botes de agua, cañadas y por vía de excepción vamos en materia de orden público”. Manifestó el jefe policial que Polimaracaibo es “parte de un plan de seguridad nacional y no es compentencia única de nosotros garantizar la seguridad”.
Los residentes del oeste, mientras tanto, siguen padeciendo la caótica realidad que impera en La Curva

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